8.3.11

Sentimientos sobre el papel.

Hotaru llevaba días ligeramente ausente, como si estuviera en otro mundo. No paraba de pensar en la misma persona, se le escapaban suspiros al recordar momentos con él, palabras... intentaba deshacerse de todas esas sensaciones, llenarse la cabeza con otras cosas, pero cuando se descuidaba su mente volvía a traicionarla para terminar  con las mismas ensoñaciones. No podía seguir ocultándolo por más tiempo, ocultándoselo a sí misma, y por ello decidió confesarse con quien mejor lograba entenderla. Cogió un folio, un bolígrafo, y dejó que las palabras saliesen solas.


"No sé qué tienes pero me gustas, hay algo dentro de mi que se siente atraído por ti, quisiera acercarme y estar a nanómetros de ti, sentir tu respiración, tus suspiros. Sentir el latir de tu corazón. Tocarte y recorrer sin las manos cada centímetro de tu cuerpo. Quisiera tenerte tan cerca de mi que tuviera que cerrar los ojos para no marearme viéndote borroso y doble.

Dejarme llevar por tus caricias, escuchar palabras de tu boca que me ericen todos los pelos, sonreír como una tonta mientras te miro fijamente a los ojos. Pero, ¿por qué lo quiero?, ¿por qué de ti?. Hay algo dentro de ti que hace que mi cuerpo se estremezca solo con escuchar tu nombre. Es cerrar los ojos y ver tu sonrisa.Es imaginarte, escuchar tu voz haciendo eco dentro de mi sesera y... el frío de mi corazón se derrite y una oleada de sensaciones inunda mis sentidos.
No siento nada de esto por placer, debes creerme, no quiero volver a caer en esa espiral de estupidez y no poder vaciar mi mente de pensamientos hacia ti. Pero no soy dueña de mi cabeza cuando el asunto principal eres tú, no sé cómo lo has conseguido pero has monopolizado cada minúsculo rincón de mi cuerpo, no puedo esconderme de ti, no puedo olvidarme de sentir.
Quizá algún día descubra qué es lo que tienes, quizá algún día descubra por qué me haces esto sin querer -evitarlo-, pero hasta entonces... solo queda resistir, recongelar de nuevo mi órgano vital aunque ya hayas roto la cadena del frío y esto no sirva para nada más que para empeorar su débil estado."

Tras esto, Hotaru dejó el bolígrafo sobre la mesa, se encogió con las dos piernas sobre la silla, puso su cabeza sobre éstas y miró por la ventana. Hacía un día magnífico y acababa de darse cuenta de que comenzaba a necesitar de él, no le gustaba la idea pero... ¿qué podía hacer?

0 Opinion(es):

Publicar un comentario