9.11.12

Un adiós disfrazado de hasta luego.

"Me voy", le dije. Y creyó que era mentira. Creyó que era una simple excusa para verle correr tras de mi, para que me dijera frases que no quería decir, para tenerle rendido a mis pies una vez más. Pero no era así, no era ninguna excusa. Pensó que me despediría con un beso que significaría un hasta pronto. Pero no fue así. Salí con la espalda recta, la mirada al frente y sin ninguna posibilidad de mirar atrás, mi magullado orgullo no me lo permitía. Me fui y no volví. No fue una excusa, no fue una llamada desesperada de necesidad oculta.

Borré las huellas de mi camino, cambié el lugar improvisado de mi destino. Pensó que ya me seguiría al día siguiente pero fue demasiado tarde. Cuando quiso empezar a seguir mi rastro ya no quedaba nada. Me lo imagino con esa sonrisa de suficiencia al empezar la búsqueda, poniéndose la chaqueta y sabiendo que estaré a la vuelta de la esquina esperando su abrazo para caer rendida. Pero esta vez no será así. Estaré demasiado lejos como para poder plantearme siquiera salir corriendo hasta donde sé que me buscará para hacer como si tan solo pasase por allí.

Me cansé de esos castillos hechos de aire, de falsas promesas y palabras que nunca llegan. Me cansé de tener que tragarme el orgullo aparte de tantas otras cosas y que él simplemente lo dejase salir todo, sin preocuparse de nada más. Yo, siempre yo. ¿Por qué tenía que seguir siempre esperando a que clavase tantas astillas si luego ni siquiera se iba a molestar en sacarlas con ternura y curarlas con caricias? No era lo que yo merecía. No es, ni mucho menos, lo que yo merezco.

Y ahora, mientras estoy sentada en un avión lleno de sueños y fantasías con la persona que tantas veces dio pie a mi huída, aun no me lo creo. Decidí soltar lo que creía que era el futuro certero, lo que imaginaba como un cuento de hadas y agarré la mano de la incertidumbre, del quien sabe qué vendrá mañana pero vámonos antes de que sea demasiado tarde. Londres. Ese frío y lluvioso Londres. Eso es lo que me espera a pesar de no tener un claro pensamiento. A pesar de haber hecho una locura impropia que aquellas palabras pronunciadas con un suave toque de desprecio desataron.

Y así, sin más, digo adiós a un pasado que tan presente tenía pero que había quedado atrás hace ya mucho, demasiado. A veces tardo tanto en darme cuenta de que no hay mañana que me quedo colgada del ayer durante muchos hoy.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tener la valentía de dejar todo atrás y salir adelante! Un abrazo desde España!

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    1. Ay, corazón, que creo que te confundes al leer. Fíjate en las etiquetas... si no pone "Luu" es que no es sobre mi. Me gusta escribir, inventar y dejar salir lo que tengo dentro. Muchos textos son basados al inicio en cosas que tengo en la cabeza pero conforme pasan las letras todo varía.
      Me sabe mal que hayas entendido erróneamente el sentido de mi blog u.u

      Un beso!

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